Lo recibieron 15 mujeres luchadoras y trabajadoras de la región en el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. El encuentro estuvo marcado por historias notables y profundas emociones compartidas.

 

Cada vez más mujeres ocupan espacios de decisión y liderazgo, y participan activamente en la sociedad por distintas causas. Así, desafían viejos patrones impuestos en las formas de ser mujer y ser varón. No son indiferentes al momento histórico que nos atraviesa ya que despliegan miradas que se involucran en la construcción de igualdad y en el ejercicio de los derechos. Por ello, son reflejo para muchas niñas, adolescentes y mujeres adultas.

Así resumió el equipo de Los Molinos Espacio de Encuentro los argumentos para reconocer a estas mujeres que, desde varias localidades de nuestra región, provocan un impacto favorable en la sociedad, empezando a torcer la balanza de desigualdad, o, a partir de su capacidad de resiliencia, movilizándose y tejiendo redes con otras en pos de salir adelante colectivamente.

Este jueves 17, en el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, el equipo de Los Molinos concretó un evento llamado “Mujeres que abren caminos”, en el que se entregaron reconocimientos a 15 mujeres de la región.

A partir de un trabajo de investigación realizado por la psicóloga Carolina Garnero y las trabajadoras sociales Valeria Pedro y Ana Clara Pussetto, integrantes del equipo de Los Molinos, fueron reconocidas Carmen Soria de San Jorge, Magdalena Cabrera de Cañada Rosquín, “Las del libro” de Carlos Pellegrini, María Celeste Mercol Menna de Castelar, Belén Aguirre de El Trébol, Fani Culasso de María Susana, Alejandra Risso de Piamonte, María Luz Díaz y Ariadna Chiazza de San Martín de las Escobas, y Valeria Ginepro de Sastre.

Además de las homenajeadas y sus allegadas y allegados, participaron de la actividad, la diputada provincial Lorena Ulieldín, el presidente de la Asociación Civil “Creer en red”, Jorge Zanuzzi, el director de Los Molinos, Guillermo Zuvinicar, y las docentes y talleristas del espacio de encuentro sanjorgense, que fueron las encargadas de entregar los reconocimientos.

Mujeres que abren caminos

A continuación, un resumen de las historias de las mujeres de la región que recibieron el reconocimiento, y de los argumentos expuestos por el equipo de Los Molinos Espacio de Encuentro.

Carmen Soria, de San Jorge. Docente y madre que, en 2020, a partir de la muerte accidental de su hijo Lucio Cravero, supo resurgir y expandirse. Se inspiró en la esencia de Lucio, que también es suya, y como recurso de vida creo la ONG “Casa Puente”, un espacio que tiene el objetivo de facilitar que los proyectos de vida de jóvenes vulnerables, que no cuentan con los recursos necesarios, se vuelvan realidad. Carmen desplegó su capacidad resiliente de hacer frente a la adversidad de la pérdida, para multiplicar y compartir toda la belleza y el amor que Lucio dejó sembrado.

Belén Aguirre, de El Trébol. Es la primera mujer en presidir el Club Atlético Trebolense, después de 111 años de vida institucional. Además, la comisión directiva de la que es presidenta está integrada por 6 mujeres. Es mujer, comerciante y madre. Se involucró en el club como dirigente, se sumó a colaborar con el Jardín Maternal, y forjó un camino personal y también colectivo en una institución de enorme envergadura en la provincia, con 22 disciplinas, tres campos de deportes y una Mutual en expansión.

Valeria Ginepro, de Sastre. Con 26 años y siendo estudiante del profesorado de música y la licenciatura en música popular con orientación en percusión, es la primera mujer en tomar la batuta y dirigir a los 53 integrantes de la banda de la comparsa Penambí Berá, con medio siglo de historia, en la capital provincial del Carnaval. Hoy Valeria dirige, organiza y coordina la ejecución y los ritmos de los diferentes músicos de la banda, entre los que se encuentra su propio padre. Habita un territorio que habitualmente no es el lugar que se espera en una mujer.

Magdalena Cabrera, de Cañada Rosquín. Presidenta y socia fundadora de la Cooperativa de Trabajo Jabonera Cañada Rosquín Ltda. En 2006, por la quiebra de la, por entonces, fábrica de jabones SAGYD SA, junto a sus compañeras y compañeros iniciaron una larga lucha para recuperarla. Magdalena forjó un camino de lucha, resistencia y cooperativismo dentro de la sociedad rosquinense, poniéndose al hombro la crianza de sus tres hijas e hijos, prácticamente sola. Hoy proyecta dictar cursos y charlas relacionadas al cooperativismo y la economía social, para lo que también se ha formado.

“Las del libro”, de Carlos Pellegrini: Brenda Suárez, Edit Verderone, Georgina Prato, Mabel Menegozzi, Miriam Valle y Silvia Operti. Desde el año 2017 conforman un equipo de trabajo que siempre tiene un nuevo proyecto. Inquietas, entusiastas, emprendedoras, hacedoras, investigadoras. Se unen para cuidar, valorar y preservar la memoria colectiva de su pueblo natal. En el sitio virtual “Carlos Pellegrini en la historia” recopilan información, anécdotas y fotos, redactan artículos, buscan archivos y editan videos. Un ejemplo de mujeres en sororidad que priorizan la cooperación entre ellas y logran comunicar la importancia y el valor humano que tiene la construcción grupal.

Fani Culasso, de María Susana. Es madre de Franchesca y Luca, quien nació con Porfiria Eritropoyetica Congénita, una Enfermedad Poco Frecuente. Creó el grupo EPOF María Susana, junto a otras familias de esa localidad, para generar conciencia, brindar información y ayudar a personas que estén transitando ese camino. Fani pasó por más de una circunstancia sumamente difícil y abrió camino en la región para que haya grupos abocados a las EPOF, dejando, a su corta edad, un legado de trabajo en equipo, de esperanza en la ciencia y en la sociedad, y de amor a los demás.

Alejandra Risso, de Piamonte. Mujer, madre y trabajadora. Hace algunos años le diagnosticaron cáncer de mama y pudo afrontar esta enfermedad con una fuerza y valentía admirable. Actualmente, realiza acciones en pos de generar conciencia sobre la importancia de realizarse los controles anuales para una detección temprana de la enfermedad, de resignificar e ir quitándole prejuicios a las palabras “cáncer” y “quimioterapia”, de contener y acompañar en la aceptación y el tratamiento a otras personas, de armar grupos de apoyo y campañas para hablar del tema y ayudarse a conseguir elementos necesarios. Es parte y sostén de una red de mucho compañerismo, respeto y amor.

María Luz Díaz y Ariadna Chiazza, de San Martín de Las Escobas. Trabajan juntas conduciendo los tractores y máquinas agrícolas mientras sus parejas varones trasladan los granos en camiones. Una construcción de trabajo en equipo donde los estereotipos de género y sus roles en la distribución de tareas están por fuera de lo que se espera para hombre y mujer en este ámbito rural. María Luz y Ariadna abren caminos a otras para motivarlas en la búsqueda de espacios laborales que amplíen la mirada sobre las elecciones, decisiones y deseos de las mujeres.

María Celeste Mercol Menna, de Castelar. En su pueblo y en su generación, fue la primera mujer que obtuvo un título universitario y la primera dedicada al Derecho. Hoy es Jueza Comunitaria y jefa del Registro Civil de Carlos Pellegrini. Colabora diariamente con el área social de la comuna local y escucha relatos sobre vulneración de derechos que muchas veces implican una responsabilidad compleja como funcionaria de uno de los poderes del estado. Como Mujer profesional del Derecho ocupa un espacio de liderazgo, que implica un avance en los derechos de todas las mujeres.